Danil era un hombre menudo, relativamente joven y, a pesar de los años de servicio, todavÃa tÃmido. Además, tenÃa que proteger a Katrina y a Nika. No tengo que cocinar porque entre el personal que nos acompaña hay un cocinero gourmet experto en salsas. Este artículo ha sido visto 21 890 veces. -Sasha les llevará abajo. -Excelente. â¿Dónde está Ivan Petrov?â âYa os lo he dicho.â Nika mantuvo un tono de voz neutro. -Le he dado los documentos y se ha llevado a Ella. HabÃa una puerta con un cartel en el que podÃa leerse PRIVADO. âQuiero pensar que, si el bar estuviera abierto, el negocio serÃa viable.â âEntonces, tal vez sea esa la respuesta.â Maksim dejó la cuerda para saltar en el gancho. Matvei, tengo unos nombres que necesito que localices. â¿En serio pensabas que me negarÃa?â La agarró de las manos y se las apoyó en la barandilla de metal que se extendÃa por la estrecha pasarela. Nika Sokolov era mucho más compleja de lo que habÃa pensado en un principio. Ella regresó a la punta de su verga y él movió las caderas hacia atrás, pero en lugar de dejarle ir, ella se aferró a su culo y volvió a metérselo entero. ¿Estás bien? La sola idea de que Krupin la tocara le producÃa asco. â¿Qué demoniosâ¦?â Nika se revolvÃa en sus brazos. Rompe la piel retorciéndola y jalándola. A veces le regalo un sándwich y una refresco con vitaminas. No habÃa razón para sentir inquietud respecto a su nuevo trabajo. -Espere.- Erik escuchó el sonido apagado de la megafonÃa y la charla de las enfermeras mientras esperaba. -¿Quieres algo más? Entonces, comenzó a mover las caderas para crear fricción, llevándolo al paraÃso. Joder. Su hermana se casarÃa y vivirÃa feliz por siempre mientras que Nika se marchitarÃa como una de las rosas de su padre cuando se dejaban fuera del agua demasiado tiempo. Y un placer puro y sin adulterar. Mientras Erik se dirigÃa a toda velocidad a un club en el que, por lo visto, altos funcionarios de su ciudad follaban y se drogaban para escapar de la realidad, Ella sólo podÃa concentrarse en una cosa. ¿Haces eso cuando piensas en presionar tu cuerpo contra el mÃo? Tras arrancar el vehÃculo, salió del aparcamiento intentando no hacer demasiado ruido y se dirigió al club. Tras rebuscar unos instantes en los bolsillos, Frank sacó un llavero y extrajo una llave. Estaba tan enfadado que no se dignaba a mirarla, asà que Nika decidió contemplar el paisaje por la ventana durante todo el trayecto de vuelta a la casa de la playa. ¡Se alejó! No cuestiones lo que hago, y no me vuelvas a tocar. Musculoso. -Si aceptas el trato seremos un equipo. -Yo también me alegro de verte.- Era extraño toparse con él tres dÃas seguidos, pero era una mujer de costumbres. -¿Tienes noticias de Erik? Mordiéndose el labio inferior, Ella asintió con la cabeza. -¿Qué me querÃas decir? Se podÃa llevar a cabo un trasplante con un donante vivo, pero sólo si éste se ofrecÃa. Toda la pared izquierda era un gigantesco acuario. Se te nota en la cara.â le espetó Maksim. Agarró firmemente su mano y ambos corrieron por el túnel. ¿DeberÃa haber acudido al instante?- peguntó Valeria. -Lo entiendo- dijo Yashin, acercándose a la ventana. Me da que eres el tipo de mujer que se toma su tiempo para procesar las cosas. Sólo se ofrecÃa lo mejor, y cualquiera que intentara inmiscuirse en su territorio, serÃa eliminado. -Cuando yo tenÃa siete años. -¿Qué demonios significa eso? -¿Es verdad que Dina está enferma? Tras tomar una respiración profunda, buscó la manera de continuar con la conversación. ¿Qué acaba de decir? ¿Qué buscaban? -Al contrario. Joder⦠Una ducha caliente suponÃa un lujo la mayorÃa de los dÃas. Trató de ponerse en pie, pero tenÃa la pierna torcida en un ángulo extraño. Además, ¿qué pasarÃa si no le satisfacÃa? Cuando dejó el refugio, el sol se asomaba por el horizonte. Dudando, Ella miró a su jefe. -Me casarÃa contigo mañana mismo- dijo ella, inclinándose para besarle suavemente. La estampa parecÃa sacada de un folleto turÃstico. Más allá de la oficina, habÃa un salón. -¿Cuándo falleció tu madre? Av. -¿Cómo puedes no saberlo?- dijo con voz ronca. Gotas de agua se deslizaban por sus cuerpos mientras coqueteaban con la multitud que observaba desde abajo. En Rusia, un movimiento contra ti es una afrenta contra mÃ, pero parece que se siente seguro con un océano de por medio. Me odio por lo que te hice, y voy a intentar expiarlo durante el resto de mis dÃas. â¿Dónde has dejado tu sentido común?â Su tono era irascible. Dos semanas atrás, su madre habÃa sido ingresada con insuficiencia hepática, y estaba en la lista de espera para un trasplante, pero su situación era bastante grave. El guarda es por tu protección tanto como por la mÃa. Puedo durar toda la noche. Abrió la puerta giratoria del fondo. Su cuerpo dio unas sacudidas a medida que se acercaba al orgasmo y, sin previo aviso, Ella se apartó. Acapararon muchas miradas, pero nadie intentó detenerle, tal vez porque sabÃan que aquella mujer habÃa sido tratada injustamente⦠O puede que fuera por su apariencia desalmada. No está muerta. -Un agente te llevará a casa. Dejando las manos en sus caderas, la alzó con delicadeza y deslizó su cuerpo contra el suyo. CapÃtulo Catorce Nika salió del helicóptero y se quitó enseguida los zapatos. Ãl se encogió de hombros. Pero siempre pone los negocios por delante. -No es asunto mÃo con quién te casas. WebDescubre en TikTok los videos cortos relacionados con como sacarte conejos del cuerpo. Estaba disfrutando. Una cabezota. Yashin se derrumbó con fuerza, derribando botellas de licor, antes de aterrizar en el suelo junto a ella. -No seas tonta- espetó Erik.- Tiene contactos en la ciudad. Una parte de ella se preguntó con preocupación si le cabrÃa dentro entera. Pero Dina tenÃa razón. ¿Por qué me contrataste exactamente? Este tipo de pomadas están especialmente indicadas para combatir la tortícolis. -Muy perspicaz- dijo Erik. ¿ConfÃas en él? -Erik. -Me llamo Ella. Ella levantó la vista y parpadeó. Erik se sintió paralizado. No sabÃa que podÃas exponerte al sol sin estallar en llamas. Los ojos de la otra joven se agrandaron. -No es nada malo, querida. Ãsta giró un poco y él colocó las manos alrededor de su cintura, para sujetarla mejor. -Ya te vi desnuda anoche- le recordó Erik. La suavidad de sus labios contrastaba con sus dientes al mordisquear su piel. ¿Me estás echando después de lo de anoche? -Porque hay guardas armados. ¿Qué hacemos mientras tanto? Yashin habÃa cumplido su parte del trato. Entre las horas que pasaba estudiando y en el centro de fauna silvestre, no le quedaba mucho tiempo para dormir. SabÃa que Ella podÃa sentir su aliento en la piel. El murmullo de él trabajando le dio tranquilidad y comenzó a limpiar. Los dos hombres probablemente irÃan armados, pero Maksim contaba con el elemento sorpresa. -Le ha rechazado- le dijo a Dina. Hermanas que se casan con hermanos.â La voz de Katrina se volvió melancólica. â¿En serio crees que a un sicario mafioso le importa una mierda una florista mona de cara? Frustrada, Ella hizo lo único que le consolaba. Ambos habÃan conectado a un nivel profundo que nunca habÃa experimentado con otra persona, sin embargo, las peleas no parecÃan acabar nunca. Observó cómo movÃa las caderas mientras se alejaba, y varios hombres giraron la cabeza para admirar sus curvas. Dos policÃas lo empujaron al suelo boca abajo. No deben preocuparse de interrogarla. No era mi intención meterles en lÃos. -¿Quieres que te de algo para ayudarte a dormir? He estado leyendo unos cuantos libros sobre eso. -Cuarto- contestó ella automáticamente. Pero si quieres placer, soy todo tuyo.- Apartando el pie, se inclinó hacia delante y rozó la apertura de su coño con su erección. Puede que no me estés pagando por acostarte conmigo, pero me ofreciste dinero para tenerme cerca. Hubo un crujido, un ruido sordo y algo cayó al suelo. Ella se puso a trabajar en Bellevue Industries, pero fue despedida hace un par de semanas, cuando su madre enfermó, porque estaba faltando demasiado. -¿Cuando te vas a cansar de hacerte el difÃcil, Erik? -Tenemos un donante para su madre. ¡Te dije que te amaba y te largaste! TenÃa las rodillas apretadas contra el pecho y lo observaba como si nunca hubiera visto un espectáculo tan fascinante. 935 – B. Jesús María. Su excitación y la sensibilidad a su roce eran más que visibles. Nika se dirigió con paso inestable hacia una máquina de remo, determinada a ejercitar sus músculos hasta que no pudiera siquiera pensar en Maksim Petrov. Nunca habrÃa lugar para el cambio. Davis. âHija, estoy seguro de que lo entiendes.â Le dijo su padre en voz baja. Estaba claro que no querÃa verla. -¿A casa, Srta. Tengo que despedirme de mi madre para ir a trabajar. ¿O sÃ? No pudo evitar sonreÃr. Saca las patas a través de la piel girándola de manera que puedas extraer los muñones. Llevaba el pelo oscuro rapado muy corto y se veÃa parte de un dibujo a tinta en la parte de atrás de su cuello. Hasta que no envolvió una toalla alrededor de su cintura, no oyó el teléfono. Ella se inclinó hacia delante de inmediato, y Erik deslizó un dedo dentro de ella para asegurarse de que seguÃa húmeda. Tampoco ayudaba que las otras ocho personas llevaran armas, ni que estuviese atada a un jodido poste de baile. No esperaba que fuera a obligarla a salir. Además, casi nunca está atiborrada de antibióticos u hormonas, a diferencia de la carne de res, pollo o cerdo. âCuando las cosas se arreglen, tal vez podamos elegir otro camino.â Ella negó con la cabeza, disgustada. Repicando con los dedos en la taza, Erik intentó pensar en los motivos de Yashin. Pero si tenÃa que hacerlo para encontrar a Nika, lo harÃa. Supongo que siempre lo he dado por sentado- murmuró. -¿Qué demonios cree que estaba robando? Estupendo. Al llevarla en brazos hasta el coche, habÃa tenido su trasero parcialmente desnudo a escasos centÃmetros de su cara, una tentación difÃcil de ignorar. -TratarÃa a tus mujeres con el máximo respeto. El hombre hizo una mueca. -Yo también, cariño. Por qué todos creen que ya no pasa nada. -Haz lo que digo- ordenó. Creo que nunca quiso. Ve contenido popular de los siguientes autores: #GUSGUS(@karim.arjun), Quiro Innova(@quiro_innova), Marcia Alegre(@chocolatealegre), Dilo con Rockma(@diloconrockma), Lilian (@lilian1895), Buba(@bubadomin), … -Estupendo- murmuró Erik. No se puede hacer una idea de lo que eso ayuda. -Me llamaste hace ocho horas. Si fracaso, tendré que volver a Rusia. Ha prometido respetar mis deseos y no expandirse más en mi ciudad. -SÃ. La condujo a la cocina americana. Se le hizo un nudo en la garganta al verle alejarse, pero se negó a llorar. ¿Qué tipo de trabajo? âDurante años me he preguntado cómo serÃa el tatuaje de tu espalda y quiero saberlo.â No protestó, pero pudo ver que apretaba sutilmente la mandÃbula. Abrió la puerta de cristal y entró. Quince minutos más tarde, Erik se encontraba frente a todas las personas que habÃan abandonado sus hogares para servirle. Cuando llegara el momento, recordarÃa exactamente quién trabajaba para los Tretiak. -¿Quién es?- preguntó. -Eres una mujer horrible- murmuró. âVaya. Ella fue incapaz de decir nada. HabÃa algo más en su rostro. -Aunque eso fuera cierto, es un poco tarde, querida. Erik únicamente la miró, antes de salir de la habitación dando un portazo. Read Anuario CSB 2022 by comunicaciones CSB on Issuu and browse thousands of other publications on our platform. Ella se sentó en la cama y trató de ignorar los pitidos y zumbidos de las máquinas. Corremos por la playa y nadamos en la piscina. -¿Qué quieres que te cuente? -¿Te gusta destrozar a mujeres buenas?- preguntó. SabÃa que estaba enojado con ella. Nika lo extendió sobre la cabeza redondeada y trazó pequeños cÃrculos, provocando que sus músculos se tensaran. Te he dado una hora- protestó Erik. Ahora que el club estaba atrayendo atención, lo difÃcil serÃa mantenerlo a flote. De repente, la calidez de su cuerpo desapareció. â¿Maksim?â âHay policÃas en la tienda de tu padre.â Maksim habló en voz muy baja, pero supo que Nika lo habÃa entendido. MOSH, 16 Jul 2011. Nos protege a todos. }. Maksim trató de mantener el equilibrio. -¿Y cuánto tiempo planeas tenerme en el refugio, Erik? âGracias,â, susurró. QuerÃa someterla hasta que no pudiera ofrecer resistencia cuando la sedujera. Ella estaba planeando huir, pero no hasta por la noche, cuando él estuviese profundamente dormido. Le mandé un mensaje hace un momento. ¿O asesinos a sueldo? -¿Perdona? -Exacto- murmuró él. Disfruta. ¿Cómo está el nuevo miembro del personal? -¿Qué son? âEstoy seguro de que disfrutarás de muchas vacaciones maravillosas en tu vida.â SÃ, aquello era cierto y molestaba enormemente a Nika. -No vuelvas a colarte, Valeria. Vamos a abrir un pequeño local dedicado a educar sobre la fauna local, y me gustarÃa que me ayudaras a dirigirlo. -Es Valeria. No tengo noticias suyas. -Ella... -Te amo- dijo Ella de golpe. Erik colgó el teléfono sin responder. -Lo siento, jefe. Tras subir las escaleras, llegó al segundo piso y escuchó el sonido del agua. No era lo que Nika querÃa. âEse capullo llegará antes que nosotros a comisarÃa.â Tuvo que controlarse para no ir corriendo calle abajo y encargarse de esos cuatro cabrones presuntuosos. Y eso puede ser peligroso. Sexo. -¿Ella?- dijo Heather con voz cansada. Pagaré la cirugÃa de tu madre y cualquier cuidado posterior que necesite, más lo suficiente como para que puedas empezar de nuevo si tienes alguna otra deuda. Asegúrate de sujetar más pellejo para tener mejor sujeción y jala para separarlo. -Un poco más fuerte. Su olor lo envolvió y la sensación de su piel contra la suya era exquisita. -Jefe, van a usarla contra ti- dijo Matvei en voz queda. A menos que hayas cambiado de opinión. No quiero estar cerca de ti- dijo Ella, con voz temblorosa. Josh le habÃa roto el corazón, pero aquello no era nada comparado con el dolor que sentÃa ahora. HabÃa regresado a casa desesperado por un trago, pero en lugar de eso, se habÃa encontrado a sà mismo subiendo las escaleras con una sola cosa en la mente - penetrar a Ella. Era hora de que alguien le metiera una bala en el cerebro. Después de ponerse la ropa, se trenzó el cabello. Nika se apartó de pronto, mirándole con una expresión indescifrable en su rostro. Asegúrate de no perforar el estómago del conejo, ya que su contenido podría contaminar la carne. Envíos Gratis en el día Compre Sacar Conejo Del Cuello en cuotas sin interés! Aquel comentario no le pasó desapercibido a Erik, pero no reaccionó ante la velada amenaza. -Tú muy guapa- dijo, inclinándose hacia ella. Contestó la llamada en un tono alegre. Le propinó una patada en la entrepierna y extrajo su pistola de la funda. Nada de socializar. -Ya voy- murmuró. Y no es sólo el traje lo que hará realidad sus fantasÃas. Pero Ivan me necesitaba y toda idea de vivir por mi cuenta se desvaneció.â âNo es justo.â Lo sentÃa por él tanto como por sà misma. HarÃa que tomarla fuera mucho más excitante. -No. Erik se encontraba en la planta VIP vigilando lo que ocurrÃa abajo. No podÃa ver su expresión, pero no importaba. Ella le deseaba. Ella volvió la cabeza. Ni siquiera se habÃa dado cuenta de que se le habÃan endurecido un poco tras usar la máquina de remo. Ella asintió y se apoyó contra el cálido cuerpo de Erik. -¿Cree que eres el dueño de un negocio? -No quiero saberlo- dijo Ella, tratando de escabullirse, pero Dina era más fuerte de lo que parecÃa. Nika nunca habÃa sido tan feliz. Sólo tienes que decÃrmelo y trasladaré la consultorÃa. -No sabÃa que tenÃa que rendirte cuentas de lo que hago- dijo él, en tono suave. Ella dio un paso hacia atrás. Se giró para saludar a Jimmy Hostin, el propietario de Jimmy's Renovations. El apellido Chesnovak es muy conocido en Moscú, por lo que estoy convencido de que ya sabe que en mi bar fluye libremente algo más que alcohol. No sentÃa que le faltara nada, por lo que no entendÃa la atracción por aquel hermoso desastre que tenÃa frente a él. -Ah, claro. Ella le creyó, y su cuerpo la traicionó. Trabajar para él y pagar su deuda con información. Suficiente para dos niños y una habitación de invitados- dijo en voz baja. â¡Nika!â Maldición. Katrina ha sido siempre la hija perfecta. No necesitaba su aprobación. -¿Y a dónde demonios vamos? Dina la miró con disgusto. Tú me has mostrado que puedo hacer realidad mis sueños. Josh se sintió mal cuando me echaron, asà que movió algunos hilos y me consiguió el puesto. Si acabo rechazando tu oferta, tendré que conservar mi puesto. En aquellos momentos, estarÃa recorriendo la mansión y contemplando todos los sitios en los que tenÃa pensado tomarla. La habÃa visto a esa misma hora el dÃa anterior, y le daba la impresión de que era una mujer de costumbres. âTiene más pinta de ir de cabeza hacia la amenaza y tratar de someterla.â â¡Lo sabÃa! âDime lo que quieres, Nika.â Le puso una mano en la garganta, echándole atrás la cabeza para poder susurrarle al oÃdo. Ella rió. Vayamos allà a por comida.â âHay comida en la casa.â Intentaba ser paciente, pero estaba hasta las narices de su actitud. âNo te pares.â âEstoy bien, gracias.â Nika pensó en el único dormitorio de la casa. Puede que Ella sea un apodo. ¿Por qué le resultaba tan irritante? -Lo siento. -Oh, querida Ella. Valeria y su padre usarÃan a Ella para atraerle y conseguir la información que buscaban. Riéndose, Yashin sacó un móvil del bolsillo y lo puso frente a Erik para que pudiese ver la pantalla. Ella ni siquiera se dio cuenta de que se estaba moviendo hasta que estuvo sobre la barra del bar con la pistola de Yashin apuntando a Valeria. Aún se enfurecÃa al recordar la expresión de miedo y pánico en su rostro mientras sostenÃa el arma. Tras quitarse las bermudas, cerró los ojos y contó hasta diez. âNo. -No sé qué pensar. âHola, Yuri.â La voz baja de Maksim era neutral y su lenguaje corporal, comedido. No volveré a ser tu sicario.â Maksim mantuvo una expresión neutral y voz firme. -Ha sido una trampa desde el principio- musitó. El cuerpo de Ella comenzó a caldearse, y bajó la mirada. Todo el aliento la abandonó y se sintió indefensa frente a su cuerpo. Y volvió a reÃrse de nuevo. El mayor de los Petrov no parecÃa tan convencido. Pero querÃa dar placer a su Nika. No es una decisión que se deba tomar a la ligera y, como bien sabes, ahora estoy ocupado expandiendo mi negocio. Pellizcó sus pequeños pezones masculinos, que se endurecieron al instante. Oyó gritar a su padre. Ella le abofeteó con fuerza. ¡No me dijiste nada de huir para salvar mi vida! Aterrador. No necesito un tÃtulo para limpiar tu casa ¿verdad?- Sus palabras sonaron más duras de lo que hubiese querido, pero no se disculpó. Valeria cayó al suelo. Erik sabÃa que aquel hombre no creÃa ni por un momento que le traspasarÃa el club, pero debÃa seguirle la corriente. No tenÃa nada de especial. Se sentÃa un poco cohibido, pero siguió a Yuri al bar. -¿Qué has averiguado?- rugió Erik. Pórtate bien con las enfermeras. Era hora de volver a casa. Ella puso los ojos en blanco. TenÃa los labios separados, pero no dijo nada mientras se retorcÃa contra él. -¿Cómo está tu amigo? Tras el compromiso de Katrina e Ivan, Denis Sokolov se convirtió en el mayor admirador de los Petrov, tomándose muy en serio los lazos familiares. CapÃtulo Veinte Erik observó el local con una sonrisa. Era estéril. Si fuera inteligente, las hubiera disfrutado. -Me estaba recordando a mà misma lo que tengo que hacer hoy- tartamudeó. -¿Tú chica nueva?- preguntó en un inglés poco fluido. Tras vaciar el vaso, lo depositó sobre la mesa con delicadeza y asintió. CapÃtulo Nueve Ella no se detuvo hasta llegar a su cuarto. ¿Cómo era posible estar tan asustada y tan jodidamente cachonda a la vez? El hombre respondió y, de repente, todos se pusieron a discutir. Dijo que harÃa una de mis habitaciones a cambio. Rodeó su cintura con el brazo y la atrajo hacia sà con todas sus fuerzas mientras vertÃa su semilla en su interior. Incluso estuvo a punto de arruinarse para enviarla a la escuela.â Denis trató de justificarse. -Pero a caballo regalado no se le mira el diente. -¡Te odio!- exclamó Ella. Se quedaron en silencio, y ella le observó. Y cuando lo hiciera, esos capullos de los Tretiak lo pagarÃan caro. CapÃtulo Cinco Ella trató de tranquilizarse. Al salir a la calle, la intensa luz del sol la deslumbró y entrecerró los ojos. -Es la siguiente. â¿Estás de coña?â dijo Nika sin creer lo que veÃa. Heather volvió la cabeza y sonrió débilmente. Por su expresión, Maksim supuso que lo habÃa despertado de la siesta. Que nunca cierran. Luego tomó su rostro entre sus manos húmedas, atrapando sus labios en un beso profundo y embriagador. -Estupendo.- Ella se frotó las manos en los muslos nerviosamente. Sin un padre al que complacer. -Te he traÃdo el almuerzo, y no me voy a ir hasta que te lo comas. Exploró la suavidad de su boca y la animó a hacer lo mismo. Al igual que las demás mujeres que trabajaban para él, era perfecta. Todo va a ir bien. Su pulgar se hundió suavemente en el hueco de su garganta, y ella parpadeó. -Ha intentado besarme. -Gracias, pero no tengo hambre- dijo ella en tono severo, tomando las prendas. -Una mujer de mente abierta. Y luego⦠¡Madre mÃa! Le disgustaba tener que comprobar su aspecto. De niña, Ella parecÃa estar llena de vida. âContratamos a personas que se encargan de mantener todas nuestras propiedades. Ãl la levantó ligeramente de la cama y le quitó la camiseta. Enfundada en sus tÃpicas botas altas, una falda negra y una blusa verde sin espalda, era todo un espectáculo. -No creÃas que iba a contratarte sin verificar tus antecedentes, ¿verdad?- dijo, con una sonrisa burlona. -Soy Erik Chesnovak, propietario de La OrquÃdea Negra. Es leal a Ivan y él protege a la gente de su territorio.â â¿Por qué vinieron esos policÃas?â Nika se preguntaba hasta dónde sabÃa su hermana. Matvei y Leonid se sentaron frente a él y le saludaron con la mano, de forma discreta. -De asistente ejecutivomintió. Ella se quedó mirándole. -Lo siento- murmuró ella. Si no lo deseas, debes parar. Algo dentro de ella querÃa estudiar más a fondo la situación, pero ¿de verdad importaba que ya tuviera sirvienta? Es más que probable que fuera él el que querÃa la sala para esta noche, y pensé que no querrÃas ofrecerle una buena vista del club. Tienes que conseguir ese tÃtulo para que puedas tener contacto directo con los animales. -Ni siquiera lo he pensado. ¿Por qué no deberÃa aprovechar la situación? -Es tuyo. Están haciendo algo con sus móviles ahà enfrente, pero uno de ellos tenÃa la mano en la puerta hace un minuto.â âY, ¿qué haces todavÃa aquÃ?â exclamó Maksim enfadado. Por eso tenÃamos que salir enseguida de allÃ.â Su voz era tranquila y su tono firme. ¿Tres coches para ocho hombres armados? Mejor aún, le diré a todo el mundo de dónde han salido.â Buchanan rio. El cristiano ha de considerarla como algo real, del mismo modo que lo es un cheque para el comerciante. Cada vez que rozaba su piel, sentÃa la necesidad de devolverle la caricia. Erik se puso en pie y se abotonó la chaqueta, haciendo un gesto en dirección a la mesa. La sensación de la piel suave de Nika contra la suya era exquisita, como seda. La cazuela comenzó a hervir y Ella se liberó de su agarre para bajar el fuego. âTe estás acostando con Nika, ¿verdad?â â¿Y qué más da eso?â No le importaba discutir su vida amorosa con su hermano. En aquel momento, no creÃa tener ninguna otra opción. Al mirar por la ventana, le dio un vuelco el corazón. Era muy atractivo y hacÃa que ella también se sintiera asÃ. Maksim se puso en pie. -Hijo, no dejes que nada se interponga en el camino de tu seguridad. âCome tu maldito almuerzo. Es Rostilav o Valeria. Su piel era increÃblemente suave. Descubre en TikTok los videos cortos relacionados con que significa sacarse conejos del cuello. âTe necesito ya.â âY, ¿qué te detiene?â bromeó. Se acabaron las amenazas, romper dedos y destrozar tiendas. â¿Te diviertes, señora Petrov?â preguntó Maksim casi en un grito. -No es tu madre. He legalizado el club, y me lo podrÃa haber quedado, pero no lo quiero.- Extendió los brazos. Empezó a escocerle en el ojo una gota de sudor y volvió a la realidad. El dormitorio de Erik era un lugar peligroso. Valeria y dos hombres estaban entrando por la puerta principal. Tendrás menos trabajo por el mismo sueldo. -Te dejé seducirme porque te deseaba, pero ambos sabemos que no me vas a dar ese dinero por tu bondad. Ella no se movió, y el ambiente se espesó a su alrededor. HabÃa transcurrido un mes desde que se habÃa separado de Ella. WebVan a conseguir que restaures la función muscular, aumentes la resistencia y la fuerza de los músculos del cuello y disminuyas el dolor: Inclina la cabeza hacia el lado derecho empujándola con la mano derecha. ¡Muévete! Our partners will collect data and use cookies for ad targeting and measurement. Sintió las esposas métalicas frÃas y duras en la piel delicada de sus muñecas. Vio cómo giraba los talones y salÃa de la oficina. -Estaré en La OrquÃdea Negra. -Provengo de una familia rica, pero soy el dueño de La OrquÃdea Negra. Esa mujer no es más que una carga. Ella sintió un hormigueo de entusiasmo cuando la condujo por el pasillo hasta uno de los dormitorios. No tienes que hablarme. Erik ladeó la cabeza. Debe estar haciendo horas extras porque sus nóminas son demasiado altas para una un turno normal. Josef frunció los labios. No era vida para ella. -No te asustes y no grites- dijo en tono tranquilo, mientras le ayudaba a salir. -Debe tener algo contra nosotros para ofrecer ese tipo de información con tanta despreocupación. â¿Y si huyes?â âYo noââhubo una pausaââespera, ¿cómo? Mañana por la mañana te contaré cómo ha ido. Riéndose suavemente, Erik usó las rodillas para obligarla a separar las piernas. Maksim dejó a un lado su melancolÃa. Parece que tus clientes quieren darse un último revolcón antes del fin de semana. -¿Es esa tu belleza pelirroja escondiéndose detrás de ti? Mira lo que los seres humanos se han hecho los unos a los otros. Bueno, ella también lo estaba. La otra criada estaba en el pasillo con una bandeja de comida y una expresión impaciente en el rostro. -Si no quisiera tener esta conversación, no te habrÃa preguntado. -Soy Ella. No habÃa pensado ni por un momento que pudiera albergar algún tipo de resentimiento contra él por hacer su trabajo. Ahora no es más que una discoteca. Es lo que tienen los hospitales. La entendÃa y eso era más de lo que podÃa decir de cualquier otra persona en su vida. ¿QuerÃa hablar conmigo? -Gracias, Michelle- dijo con voz suave. -Si quieres, la puedo despedir. La rozó con la mano y tiró de una pieza hacia delante, hasta que el arma cayó. Su chófer le habÃa llamado para informarle de que Ella ya estaba en casa. -Cariño, tengo malas noticias. -Sé que nunca vas a cambiar. No he oÃdo nada. -¿Todo bien? Trató de procesar aquella información, pero tenÃa demasiadas cosas en la cabeza. -Esta es la última cabina del pasillo. Agarró la mano de su madre y le dio un apretón. -¿Crees que es buena idea contratar ayuda externa? Me he pasado de la raya. Sintió la fuerza en su interior, la vitalidad patente en los latidos de su corazón. Erik resopló. Tú siempre muestras toda tu alegrÃa y todo tu dolor. -De acuerdo. Su mirada la hacÃa sentir seductora y atrayente. âPapá, ¿no estás cansado de todo esto?â QuerÃa que entrara en razón. -Me ofreció el trabajo. Disfrutando del tentador paisaje de su cuerpo desnudo, Ella se deshizo rápidamente de su propia ropa. La expresión de Erik se endureció. El dÃa anterior habÃa firmado el acta y ahora estaba esperando a que llegara el contratista. ¿Algo más? -¿Eso es un sÃ? âHa sido el momento de decÃrmelo lo que me ha hecho reÃr.â âEs verdad.â Nika resopló. Era toda una vida de recuerdos que implicaban amenazas tanto reales como ficticias. ¿Qué hay en la agenda para hoy? -Deja de discutir- rugió él, tirando de ella escaleras abajo. Erik la miró con cautela. La nueva criada. Tras cerrarla con llave, condujo a Ella al centro de la habitación. âYa te llamaré,â dijo Buchanan con desinterés. Aún le quedaban varias horas hasta su próximo turno. âKatrina y yo nos vamos de vacaciones,â anunció Ivan. CapÃtulo Catorce Erik abrió los ojos poco a poco. â¿Pueden al menos llamar a emergencias para que vengan a ver a mi padre?â Aunque lo dijera, sabÃa que no lo harÃan. Os quiero a todos armados y alerta. -Más- musitó. Cobrarás bastante más, y no interferirá con tu educación. Maksim habÃa vuelto y amenazaba de nuevo a su padre. -Joder- sollozó, y se rindió. Están ahà para protegerme a mà y a todos los habitantes del edificio. Cubiertos en sudor, con las sábanas enroscadas alrededor de sus cuerpos, mientras él la tocaba en sitios en los que no la habÃan tocado en mucho tiempo. -Hablaré con el personal de cocina. Estaba allà gracias a una beca, y la única razón por la que Josh se interesó por ella, fue porque sentÃa debilidad por las pelirrojas. âVoy a poseerte, Nika,â le dijo Maksim. Su familia no era rica ni poderosa. -Padre- murmuró. -Ya está- susurró Ella. Habló con ellas, una por una, sobre los clientes del almuerzo. âEs cruel hacerme practicar el ruso cuando acabas de dejarme la mente hecha puré,â le respondió en inglés. Maksim nunca habÃa dicho que no se acostara con mujeres. Me encantarÃa invitar a una de esas mujeres de abajo a unirse a nosotros. -Jefe, estaba preocupado. Tras liberarle, le empujó hacia atrás y se quitó el sostén. La morena dejo caer su abrigo al suelo. Nika miraba, hipnotizada, a la gente que bailaba abajo, de apariencia diminuta desde allÃ. Erik jugaba muy bien a aquel juego y tenÃa cuidado de omitir los detalles, pero aquellos tres hombres no habÃan llegado a donde estaban siendo estúpidos. -No pretenden ser maleducados. Tal vez quemar calorÃas y agotar sus músculos le ayudarÃa a mantener sus pensamientos bajo control. La deseaban, y aquello hizo que Erik se pusiera duro con sólo pensarlo. TendrÃas que estar disfrutando de la vida. Sus ojos azules estaban llenos de miedo. La piel se rasgará en dos pedazos. âPero Nika nunca actúa asà sin motivo.â âDebe ser difÃcil estar a cargo de su seguridad cuando preferirÃa verte acribillado a balazos.â El tono de Mikhail era serio. -¿Has sido un chico malo, magistrado? -Mañana te lo contaré en persona. âEntonces lo amas.â âSÃ. Asà que ahora me dedico a empeorar las cosasâ¦â Nika sintió que se le rompÃa la voz. HabÃa al menos treinta personas delante de su madre. Si pudiera ver su rostro en la oscuridad, notarÃa su deseo. El arma retrocedió y le pellizcó la mano. -Mis disculpas, querida. Una de las habitaciones parecÃa haber pertenecido a una adolescente. -Mi madre. En unos minutos más, Nika serÃa libre. Ya fuera miedo o repugnancia la razón por la que habÃa huido, iba a conseguir que la mataran. Tal vez si Katrina no hubiera estado allÃ, Maksim y ella podrÃan haberles dado su merecido. ¿Mata a esa mujer? WebA-Yuan parece seguir prefiriendo el pecho al biberón, es como si el niño supiera que no es del pezón de su madre de quien se alimenta. -¿Crees que es el dueño de un club? Pocas respuestas. Yuri se mostraba reacio a hacer conjeturas y Maksim no podÃa culparlo por ello. -Tienes razón- susurró él en la oscuridad. Ella enrojeció. Sin hacer ruido, abrió la puerta del cuarto de baño y se quitó la ropa. âMaksim,â jadeó. Maksim se habÃa cansado de estar a la sombra de un hermano demasiado ocupado con sus amorÃos como para hacerse cargo de los negocios familiares. Antes de que pudiera hacerle más preguntas, colgó e hizo otra llamada. ¿El trabajo? Pasándose una mano por el rostro, tomó una respiración profunda y exhaló lentamente. âMás te vale dar media vuelta y mover tu culo fuera de aquÃ.â El hombre más grande se puso de pie. Poniéndose en pie, se relamió los labios y le sonrió. Maksim se agachó para besarla. Nunca expresaron su opinión sobre el traslado a California, pero Erik tenÃa la sensación de que se estaban divirtiendo en sus dÃas libres. Tal y como habÃa previsto, simplemente se encogió de hombros y deslizó una mano sobre su rodilla. Olió su aroma, femenino y especiado, antes de verla. Entonces, ¿por qué se arriesgarÃa Yashin? -Llegué de Rusia hace un año, pero aprendà inglés a una edad temprana. Siempre que todo fuera bien en el club, el dÃa transcurrirÃa sin problemas. Vio el enojo en su mirada y, para su sorpresa, Ella se deslizó por la pared hasta quedar de rodillas. Yo también deberÃa ir a ver a mi amigo.- Le puso una mano en la parte baja de la espalda y la acompañó al ascensor. -Eres mi jefe. Tú eres el cebo y Chesnovak está en camino. Tú no encajas aquÃ, ¿no crees? Era obvio que mostraba una fuerte aversión hacia los Petrov. âFuimos al gimnasio. -Te daré todo lo que quieras. -Perdona, ¿trabajas aquÃ?- Ella lo contempló extasiada. Me alegro de que hayas venido.- Se levantó y sonrió. El trabajo es sólo durante un año, y el salario es muy bueno. ¿No le habÃa advertido que no era una historia en la que el chico malo cambiaba su forma de ser? También vio dolor. Creo que no ha salido del tercer piso. Su ego aumentó en proporciones bÃblicas. En este caso el traumatismo debería ser frecuente, y algunos autores han evidenciado esto en pacientes con la enfermedad. WebEl acto de crujir las articulaciones, también conocido como tronarse los dedos, sacarse conejos o sacarse las yucas, significa doblar las articulaciones de una persona para producir un sonido distintivo de crujido o estallido, a menudo seguido de una sensación de satisfacción o relajación para la persona.A veces se realiza como parte de un … Me pondré en contacto contigo a finales de mes, para comprobar el progreso del club. El rostro de Erik se mantuvo impasible, pero la ira se apoderó de su interior. No te merezco, pero voy a pasar el resto de mi vida haciendo lo que sea necesario para poder ver esa sonrisa. -Quiero que sepas que soy un cabrón. Pero alguien le ha dicho que soy un asesino- exclamó en tono gélido. Davis, es hora del baño y de tomar la medicina. Ella gemÃa de deseo, y no podÃa decirle que no aunque quisiera. Extasiada, Ella deslizó las manos sobre el sudor de su espalda, sintiendo cada músculo. âMi niña también necesita un poco de aventura, ¿no? Gente guapa caminaba apresuradamente con los móviles pegados a la oreja. No dejo que me coman el coño delante de la gente, y desde luego no follo con capos de la mafia. Echó la cabeza a un lado y golpeó al ruso, que gritó y se agarró la cara mientras brotaba sangre de su nariz. Danil estaba al otro lado con los ojos abiertos de par en par, y Ella pasó a su lado y desapareció por el pasillo. Tomaron un camino serpenteante. No me molesto en tener rollos de una noche. VigÃlala cuando yo no esté. No era la persona asustadiza que andaba de puntillas por los pasillos, pero tampoco era la desvergonzada mujer que se tiraba a su jefe sobre el escritorio. outline: none; â¿Qué crees que estoy pensando?â A Maksim no se le escapaba una. -Tenemos un problema. Entonces llamé a mi padre y le dije que dejaba el negocio. Davis? âPuede que haya pasado el mejor dÃa de mi vida.â Se oyó un jadeo al otro lado de la lÃnea. Solo estaban Maksim y Nika y el sonido de sus risas. -Lo sé- se lamentó, y sacudió la cabeza. O ¿lo deseaba tanto como él a ella? Aunque denunció a la empresa por despido improcedente, le iba a costar meses y dinero que no tenÃa. Los otros elementos de la cocina prehispánica, proporcionadores de sal, y a la vez condimentos en sí mismos, fueron los insectos, que los primeros mexicanos comían una gran variedad. -Ya tienes lo que querÃas. Su cuerpo respondió casi al instante. SabÃa que la deseaba, pero era tentador llevarlo al lÃmite para que todo fuera mucho más dulce. Erik notó que el saludo duraba más de lo normal. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando para él?- preguntó. -¿Llevas mucho tiempo en California? Se podrÃa quedar atascado y tendrÃa que venir una grúa a sacarlo del agujero. El dolor se puede presentar de forma aislada y pasajera o también puede presentarse de forma más continuada por lo que evidentemente afectará a la calidad de vida de aquellas personas que lo padezcan. Y cuando bajó la cremallera de sus pantalones y liberó su polla, sólo pensaba en que necesitaba estar dentro de ella. -Erik- llamó. Cuando las balas comenzaron a golpear la puerta, Erik la empujó dentro y la siguió por la corta escalera, cerrando la trampilla tras ellos. -No es un consejo- espetó. Piénsalo rápido. No era propio de él distraerse tan fácilmente con una mujer. 9/12 36/43 Nuestro Equipo / High School Our Team. Perdón. Ãl la observaba en silencio. Buscar otro trabajo en una empresa llevaba tiempo. Kirill y Josef se miraron antes de que el último comenzara a hablar. -¿O lo de anoche fue una invitación para que entres cuando te apetezca? ¿Se deberÃa sentir culpable? Entonces, cayó en la cuenta de algo. ¿El comisario de la policÃa estaba allÃ? Ella tomó una respiración profunda y sopesó sus opciones.- ¿Qué hace Erik para ganarse la vida? â¡No conozco a nadie con ese apellido!â El temblor de su voz indicaba que mentÃa y Maksim estuvo a punto de soltar un bufido. Pero eso ya no importaba. -Mi madre trabajó para él y para su padre prácticamente durante toda su vida, y yo crecà en su casa. -Asegúrate de que no se acerquen a la puerta de atrás- ordenó Erik. Si hace tanto que conoces a Erik, ¿por qué le haces esto? Siempre fue⦠¿cómo decÃs vosotros? Sus gemidos resonaron en las paredes de la ducha, y él no tuvo piedad y la embistió con todas sus fuerzas. âUm.â Maksim ladeó la cabeza como si no le preocuparan esas cosas en absoluto. Todos sabÃan lo que querÃa de ellos. âHa sido increÃble.â Maksim le besó el hombro. Ella te desea. Yashin está intentando hacerse con el control. Lo que sea que signifique. Alto y delgado, con gafas gruesas y pelo castaño claro. Maksim tomó una cuerda para saltar del gancho y se detuvo frente a uno de los espejos. Ella sostuvo su mirada mientras atrapaba el dedo entre sus dientes. â¡Madre.MÃa!â gritó Katrina emocionada. Cuatro policÃas entraron por la puerta delantera de la tienda con armas en la mano. Una idea se estaba formando en su mente mientras agarraba las pruebas que querÃan. PodÃa oler su excitación. Era una completa locura. -¿Qué ocurre? -Si la has escondido en algún sitio para sorprenderme, te sugiero que la saques ahora mismo. Confundida, se mordió el labio inferior. ¿Para proteger los intereses mafiosos de los Petrov? La necesidad la hizo gemir en su boca. Como ya han podido comprobar, en mi club hay distintas mujeres que desempeñan varias funciones. âNo tiene nada de malo. ¿Qué habrÃa ocurrido si no les hubieran interrumpido? Agarrando su propio teléfono, llamó a su madre. Era un acaudalado hombre de negocios que podÃa tener a la mujer que quisiera, y ella no era más que un proyecto de beneficencia. Sesenta y cuatro y sesenta y cuatro sonâ¦cientoveintiocho. Era obvio que Dina habÃa querido que Ella viese a Valeria, lo que significaba que sospechaba que Ella sentÃa algo por él. -Trataré de recordarlo. Con la mano se debe estirar el cuello, como muestra la imagen de abajo, hacia el lado derecho, izquierdo, hacia adelante y hacia atrás cada uno de los movimientos se debe realizar durante 30 segundos. Se agarró la toalla y levantó la barbilla. -Dame unos minutos para vestirme y te ayudo. -Ayer conocieron a tres de mis otras empleadas. Dina apartó la mirada. -¿Qué piensas? No habÃa nadie en la habitación y lo único que habÃa en el cuarto de baño era una bañera llena de agua caliente. El mobiliario parecÃa bastante anticuado - con cojines de terciopelo y madera barnizada. Te pido disculpas si sueno un poco nerviosa. Valeria Yashin. -Por supuesto. -Cuando acabes con el bar, no necesitaré de tus servicios. ¿Le habÃa preguntado ella porque querÃa saberlo? un mal movimiento puede lesionar gravemente los ligamentos y generar a largo plazo artrosis. -¿No es tan divertido, ¿verdad? Se la han llevado para hacer más pruebas, y yo voy abajo a tomar un café. Antes de follarte con la lengua en la parte de atrás de un club, te di un descomunal orgasmo. Aunque la situación fuera más o menos mala, todo seguirÃa igual. â¿Quién vive ahÃ?â Katrina se encogió de hombros, caminando hacia la puerta principal. -Paciencia, Valeria- dijo él en tono suave. Sin que notaran su presencia, Erik observó desde el umbral cómo uno de sus guardas se aproximaba a ella. Valeria se bajó de la mesa, asegurándose de que su falda se levantara un poco. Y si desean a más de una, estas señoritas no pondrán ningún impedimento. â¿Qué?â preguntó. A lo mejor entonces, pero no puedo abandonar a mi hermano a su suerte cuando estamos tan cerca de terminar este enfrentamiento.â âEspera. Pero en vez de eso, se veÃa relegada a aceptar los esfuerzos incesantes de su hermana por ser una buena anfitriona. Ella abrió los ojos de golpe y miró fijamente a la enfermera. â¡Te lo estabas follando! -¡Cuidado!- Unas manos masculinas atraparon el recipiente por el mango. Vamos a casa para hablar.QuerÃa llevarla a casa, pero no para hablar. Tras llenarla de agua, la colocó sobre el hornillo y lo encendió al máximo. Grande. â¡No nos vengas con esa mierda!â el primer hombre se estaba enfadando bastante. Pellizcó levemente la cabeza de su pene con una mano, mientras deslizaba la otra por su vientre, ascendiendo hasta sus pectorales. ¿Qué demonios le pasaba? -No- Ella sacudió la cabeza. -Relajándome en Las Vegas. No habÃa dicho nada sobre la noche anterior. Nika apretó las tijeras en la mano y se movió incómoda en el taburete. Por lo visto, los lÃmites personales no eran algo que le preocupara. ¿Tú estás casado? -InclÃnate hacia mÃ- dijo él en voz baja. -Oh.- Dina meditó aquellas palabras durante un momento. -Puedes escoger el que más te guste. Tras tomar una respiración profunda, se estiró y se levantó lentamente del sofá.